Sobre parto de Agustín Hidalgo
por Yaxkin Melchy
parto de Agustín Hidalgo es una inmersión submarina al abismo placentero de un libro o cordón libidinal latinoamericano. Un libro tramado como un texto textil que urdre puertas, catedrales y ladrillos de adobe. Porque detrás y en varios de sus puntos cardinales parto contiene un mundo andino que engrana cartografía dolorosa pero renovada. Leyendo el texto de Agustín, voy, partiéndome la madre en lo que creo es el parto de una obra.
Voy a mencionar en mi lectura una lista de palabras que valen oro en los poemas del libro:
Palabra 1.
Quispe: primeramente Delfín Quispe en Youtube, pero aquello me lleva al significado quechua: brillante, transparente, cristal y luz de luces
Quispe es luz, brillo y esplendor.
Pero en realidad, es luz de luces, más referida a la inteligencia, a la nobleza del espíritu y a la sabiduría. Es decir, es la concentración del prisma: "munay", corazón; "yachay", razón; y "llancay", trabajo. Todo ello producto del esfuerzo compartido, del sacrificio de lo individual en bien de lo colectivo, con lo cual alcanzó a construirse un imperio de fábula como fue el Tahuantinsuyo.
fuente: http://www.misapellidos.com
Palabra 2.
Verija: región del pubis femenino
fuente: Wikcionario
Y me parece hermoso o divertido trazar un itinerario Internet para este libro que parece escrito por un terremoto de apellido Hidalgo versus una neo-colonia a tres mil metros de altura en donde está ubicada La Moneda. Del mito andino brotan en el poema los hombres debajo de la cama, monstruosamente, tullidamente, dualmente, primero del animalismo masculino:
Los niños eran sordos
y hambrientos
como los soldados chilenos
en una trinchera
sordos por las bombas
de una patria
sin costillas
Los niños
con armas
de hueso en las manos
se sacaron
desde el fondo del pecho
a las niñas con vestidos blancos
y en contraparte lo femenino que aparece como clon, como imagen maniquí, como una robot dibujada en la piedra
La madre se
multiplica en sus hijas,
Las niñas eran un
geoglifo indescifrable en la ladera del salar
de pintados, un montón de caminantes en
medio del
D E S I E R T O
Entre ambos, tal y como en el mito andino, existe incesto, pero también esterilidad de la descendencia, desiertos salados de una generación aséptica en medio de la tierra y de la historia blanqueada. parto busca regresarnos a la geografía y a la historia corporal más burda y triste en el Museo Nacional de las Partes del Cuerpo
nosotros como un grupo de amigos
esos que nacieron por negligencia médica
esos niños chilenos llenos de trapos en el tuétano
los que empiezan a beber alcohol porque se les acabó la infancia
Tal como en otros poetas está presente la tiranía de la neopatria: colonia del colonizaje mental, son las neopatrias latinoamericanas. Y así el poema va pasando de un eco zuritiano, explicitado por el autor, a una poética que comienza a tomar forma como una especie de futuro a lo Diego Maquieira, a lo Bolaño, a lo Cementerio General, en la neopatria que Hidalgo transforma en nopatria hay que colocar palabras como: supermodelos rubias, pornografía y maremotos
soñábamos utopía y despertamos gritando:
en una isla
azotada por los maremotos
la escena final
es la niña cantando “We are the champions”
Hasta aquí el homenaje al Manifiesto Infrarrealista de Bolaño. Porque si hay otro valor en los poemas es que parto es participación
Palabra 3.
Huelén:
El Cerro Santa Lucía es un cerro ubicado en el corazón de Santiago de Chile. A pesar que los pueblos aborígenes lo llamaban Huelén, que en mapudungún significa "dolor, melancolía o tristeza", su nombre actual proviene del día en que Pedro de Valdivia se apoderó del cerro, el 13 de diciembre de 1540, día que recuerda a Santa Lucía de Siracusa
fuente: Wikipedia
Y como si se tratara de un recorrido ping pong por la historia vamos de la Tierra del Fuego, escenario de los antepasados selk'nam, a Santiago de Chile como escenario de un presente museístico, una historia domesticada, escritura cicatriz por fuerza
en el faro austral
parado como un pene rojo y blanco en medio del Cabo de Hornos
Y no miento
no era una bataclana
sino que era todas las bataclanas
en el barrio rojo del cerro Huelén
y sus clientes eran todos los descubridores
o los personajes de los libros de paleontología
en la falda del cerro Huelén
los Diegos de Almagro o los Franciscos Pizarro
eran los amantes
los Quetzalcoatles que bajaban de las Alturas (…)
En realidad no sé lo que era
un ángel hablando un dialecto extraño
que sólo lo escuchan los perros
Al final del túnel poético, brilla una violencia producto del frenesí y de la excitación, en la neopatria no hay amor. La no patria nace de la volición volcánica, africana, somalí, perruna, vámonos perros. La poética de Agustín en parto pasa por una animalidad y analidad del texto: tosco, brusco, asco, escarificación.
Palabra 4.
a) La escarificación es hacer incisiones superficiales en la piel humana como una de las más populares y ancestrales técnicas usadas por el hombre.
b) La escarificación de las semillas es una técnica que tiene por finalidad abrir o debilitar la cutícula o estructura externa de las semillas para que la radícula pueda abrirse paso entre ella y se pueda producir la germinación
fuente: http://www.botanical-online.com/escarificacion.htm
Así que después de todo me queda la sensación de que lo que nazca a partir de ahora en la escritura de Agustín evidenciará mayormente que no existen los binarios históricos latinoamericanos como los del Canto General sino que entramos a una escritura poética más áspera y rugosa, un Latín América recreativo, participativo, lúdico. Y una Latin America aludida y profetizada por la raza treviana del futuro, como diría la satánica Gloria Trevi al respecto de la historial nacional:
en la escuela me enseñaron
puras
Madres...
que la Madre da la
vida en el parto...
que da la vida en el
parto la Madre...
Y éste sería un epígrafe oculto de este poema satánico llamado parto, escrito por Agustín Hidalgo y presentado en México hoy día a un año y medio del 2012.