25.2.10

La faunita en diario La Prensa de La Paz


La faunita
está de fiesta:
¡chorros de orina y oro caen desde el cielo boliviano!


El domingo 21 de febrero de 2010, cinco exactos meses después de Siempre en llamas, intervención que dio a luz a la manada la noche del 21 de septiembre de 2009, La faunita pierde su virginidad en los medios de comunicación y aparece en el suplemento Fondo Negro del diario La prensa de la ciudad de La Paz, Bolivia.

La fantasmal aparición, como el cegador holograma de dragones bolivianos, coronó (mitra de trapos y colmillos) el viaje que cinco miembros del enjambre realizaron por toda Bolivia. Agustín Hidalgo, Ignacio Elizalde, Andrés González, Camilo Herrera y Felipe Becerra se dejaron caer (y cayeron) sobre las altísimas tierras de La Paz, Copacabana, Isla del Sol, Oruro y Cochabamba.

Durante el viaje se repartieron a la chuña varios ejemplares de Galería de los mártires empalados, primera muestra colectiva de La faunita. Por su delirante hospitalidad (más de tagadá enloquecido que de hospital o de posada) a Milenka Torrico y Aldo Medinaceli la manada debe una fotografía a todo color en donde el grupo entero se aprecie desprovisto de ropaje alguno a excepción de sendas máscaras de diablo de Carnaval de Oruro y rodeado de Dorados Jabalíes o, en su defecto, sobre enormes llamas o alpacas igualmente pilucho y con iguales máscaras montado: sobre la altiplánica manada, otra, mas lampiña amén de enmascarada.

Del amor y el deseo escurridos como una orina rutilante por el cielo negro de Bolivia, de su aromático derroche intenso (Av. Aroma con ca. Agustín López), como helechos de neón o rayos láser, ha brotado más de un par de "ideitas locas" (M. Torrico dixit). Entre ellas: la impresión siempre impresionante de una muestra de jóvenes poetas y dragones bolivianos por la impresora de La femme faunita.

A su regreso, los faunos manifiestan el deseo de volver al viaje y seguir besándose en los búnkeres más oscuros y quemantes de la belleza boliviana.

La red está tejida: ¡que los niños con arañas se enmarañen!